Los participantes del VIII encuentro del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM), reunidos en Santiago de Compostela, han destacado la aportación del Manual de Estilo para Médicos y Estudiantes de Medicina sobre el buen uso de Redes Sociales de la OMC que servirá como documento de referencia para la Carta de Ética Iberoamericana

manual redes sociales

Los participantes del VIII encuentro del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM), reunidos en Santiago de Compostela, han destacado la aportación del Manual de Estilo para Médicos y Estudiantes de Medicina sobre el buen uso de Redes Sociales de la OMC que servirá como documento de referencia para la Carta de Ética Iberoamericana.

“Aportaciones a la Carta de Ética Iberoamericana: Guía de la Buena Práctica en Redes Sociales” fue la mesa que abrió este VIII encuentro FIEM, en el que se han dado cita más de 70 delegados de entidades médicas de 16 países de Iberoamérica. En ella participaron como ponentes los doctores Ignacio Barrios, vicepresidente de la Confederación Médica de la República Argentina; Julio Apodaca Güex, presidente del Círculo Paraguayo de Médicos; Mónica Lalanda, coautora del Manual de Estilo para médicos y estudiantes de medicina sobre el buen uso de redes sociales, y Edwin Manuel Alvarado, vicepresidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica. Actuó como moderador Porfirio César Santizo, presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala.

Abrió la sesión el presidente de la OMC, Dr. Juan José Rodriguez Sendin, quien, tras señalar la importancia fundamental de la ética en las corporaciones y entidades médicas, propuso implementar la Carta Iberoamericana de Ética Médica para afrontar los “riesgos y comportamientos inadecuados” que conlleva el uso de redes sociales. En este sentido, ofreció a los representantes de las organizaciones médicas integradas en FIEM que el Manual de Estilo para Médicos y Estudiantes de Medicina de la OMC sea un documento de referencia para implementar su esencia en la Carta Ética.

Inició la mesa el Dr. Ignacio Barrios, Vicepresidente de la Confederación Médica de la República Argentina, quien destacó la importancia de que tanto las corporaciones como el FIEM cuenten con documentos fundamentales como la Carta Iberoamericana de Ética Médica que son los que nos “hacen fuertes”, así como la obligación de perfeccionándolos permanentemente.

En este sentido, resaltó que, aunque la Carta establece principios y valores fundamentales que rigen el comportamiento profesional del médico y, en especial, la relación del médico con el paciente para la atención y el cuidado de su salud, dijo que es necesario revisar aspectos como la relación del médico con instituciones públicas, privadas y otros colectivos; la industria y el comercio de la salud, situaciones especiales como terapias genéticas , medicinas regenerativas, fertilización asistida o crio preservación y experimentación en embriones, entre otros.

Sobre el uso de redes sociales, consideró como una “obra magnífica” el Manual de Estilo de la OMC, tanto en cuanto a sus contenidos como a su fundamentación, basada en el Código de Deontología y teniendo en cuenta el marco legal español, por lo que consideró que “debe ser incorporado” a la Carta Ética FIEM para lo que propuso trabajar de manera conjunta y con un mecánica establecida.

Julio Apodaca, presidente del Círculo Paraguayo de Médicos, tras felicitar a los autores del Manual de la OMC por su “solidez”, expresó su compromiso a adaptarlo a los documentos de deontología de la organización médica paraguaya. En su intervención, expuso una especie de decálogo sobre ética médica y redes sociales, consciente de que éstas proporcionan nuevas vías de comunicación con los pacientes, el público en general y otros profesionales de la salud, por lo que “es necesario ?dijo- considerar diversos aspectos para garantizar un uso profesional seguro, útil y dentro de la legalidad y los requerimientos éticos necesarios”.

Garantizar los estándares de privacidad y confidencialidad de la información de los pacientes para asegurar que ningún paciente pueda ser identificado en la Red; recordar que lo que se encuentra online, probablemente estará para siempre; no ofrecer consejos médicos personalizados; seguir las recomendaciones de la organización sanitaria para la que se trabaja y, si no están establecidas, sugerir su implementación, y ser conscientes de que cualquier forma de comportamiento inadecuado online puede dañar la relación médico-paciente y/o con otros colegas, son algunos de los puntos del decálogo.

Finalmente, hizo referencia a las recomendaciones de la Asociación Médica Mundial al respecto, entre ellas, mantener límites apropiados en la relación médico-paciente, de acuerdo con las normas éticas profesionales, al igual que en cualquier otro contexto, y estudiar cuidadosamente y comprender las estipulaciones de privacidad de las redes sociales y asegurarse de que ninguna información identificable del paciente sea publicada en un medio de comunicación social. “Violar la confidencialidad ?dijo- afecta a la confianza del público en la profesión médica, lo cual impide tratar a los pacientes de manera eficaz”. Y finalizó haciendo referencia a la necesidad de transparencia en las redes sociales, eficacia en la comunicación y atención a los ciudadanos y responsabilidad a la hora de ejercer la autonomía y el ejercicio de libertad que proporcionan las redes sociales.

La Dra. Mónica Lalanda, médico de Urgencias, coautora del Manual de Estilo para Médicos y Estudiantes de Medicina sobre el Buen Uso de Redes Sociales, de la OMC, inició su exposición afirmando que, aunque la esencia de la medicina, que es curar, acompañar, esto no ha cambiado, con las nuevas tecnologías, aunque el médico “se relaciona con el paciente de otra manera y tiene acceso a comunicarse con cualquier colega, en cualquier parte del mundo y a cualquier hora”. “El mundo se mueve en redes sociales ?afirmó- y los médicos debemos adaptarnos”.

Explicó cómo se llevó a cabo el Manual de redes sociales de la OMC, partiendo de los ejemplos existentes en Reino Unido y Nueva Zelanda. Ocho profesionales de distintas especialidades realizaron un texto que sometieron a las aportaciones de otros profesionales y que sigue abierto a nuevas adaptaciones. Actualmente cuenta con ocho capítulos sobre Confidencialidad y secreto médico; consejo médico a pacientes virtuales; cuidado de actitud e imagen del médico como usuario de redes sociales; el uso de las nuevas tecnologías y la imagen del médico en la consulta directa con el paciente; responsabilidad sobre la información médica difundida en redes sociales; las relaciones entre compañeros en redes sociales, y publicidad, marketing y branding médico.

Sobre la confidencialidad dijo que es muy fácil romperla utilizando fotos, radiografías y pruebas de los pacientes y puso como ejemplo “inaceptable”, los selfie realizados en los quirófanos por los profesionales que, en algunos países, les ha costado la licencia de ejercicio. Del consejo médico a pacientes virtuales, dijo que no se debe hacer, que conlleva un enorme peligro y lo comparó con una consulta en la sala de espera.

De la buena imagen de la profesión, destacó la importancia de formar a los jóvenes y alertarles de lo que puede suponer la huella digital y mostró ejemplos de tweets de médicos como: “lo bueno de ser médico es que puedes jugar al doctor con tus amigas” o la presentación de un cirujano de Venezuela como “amante de las mujeres y de fútbol”. Habló de la responsabilidad de la información médica para pacientes que se informan fundamentalmente a través de Internet y de la proyección de los blogs médicos y finalizó expresando que los profesionales debemos tener con los pacientes la misma “fidelidad online que la que tenemos of-line”.

Finalmente, intervino el Dr. Edwin Manuel Alvarado, vicepresidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, quien manifestó conocer el Manual español y expresó su disposición a fomentar las propuestas que recoge, consciente de que las redes sociales se han extendido de forma “imparable” entre profesionales y pacientes. “El acto médico ?afirmó- sale de las consultas y de los hospitales y se traslada a Facebook y a Twitter”.

Para el Dr. Edwin es necesario que en el uso profesional de las redes sociales se respete los elementos de la relación médico-paciente y los derechos básicos tanto del paciente como del profesional sanitario. Y resaltó el hecho de que el paciente es mucho más activo, cuenta con conocimientos y habilidades que le permiten relacionarse con los profesionales de la salud, evaluando los pros y los contras de los tratamientos.

Tras resaltar los aspectos más importantes del Manual de la OMC, realizo una serie de recomendaciones para el personal sanitario en redes sociales que, a su juicio, deberían incluirse en la Carta Iberoamericana de Ética Médica como guardar la confidencialidad, respeto y secreto profesional de todos los pacientes; mantener la buena imagen, la ética y los principios morales de la profesión en todos los ámbitos; evitar recomendaciones a los pacientes desconocidos por medios sociales y ser responsable porque el contenido compartido en redes sociales sea fidedigno y apto para la población en general.

En el debate posterior en el que participaron delegados de Nicaragua, Costa Rica, Argentina, Perú, Brasil y España, todos coincidieron en la necesidad de sensibilizarse y tener conciencia ante esta realidad, aunque, como puso de manifiesto el Dr. Leonel Arguello el deseo del paciente es que “el médico levantara los ojos y me mirase”, es decir, que hay que seguir siendo médico y escuchar al paciente. Por todo lo expuesto, consideraron la necesidad de llenar este vacío ético normativo que conllevan las redes sociales y crear un grupo de trabajo para revisar la Carta Iberoamericana y adaptarla.